¡Hola!
Hoy os traigo la reseña del último descubrimiento para el cuidado facial que he probado.
Llegó a mis manos gracias a la tienda online Biokris.
Se trata del hidrolato de lavanda de Alteya Organics. Aunque parece que el producto ha cambiado de imagen, algo más moderna que la que veréis por aquí, las propiedades son las mismas.
- El envase es de vidrio,con el único adorno de un par de pegatinas explicativas. La original está en inglés y adicionalmente hay una en español con las indicaciones. Viene en una caja de cartón con unos dibujos muy bonitos de ramas de lavanda y la elaboración del producto.
El dispensador es en formato spray con tapón de plástico.
- Textura: líquida.
- Color: transparente.
- Olor: a lavanda.
- Modo de empleo: dependerá del uso al que lo vayamos a destinar.
Se puede utilizar para aromaterapia, para después de la depilación y las quemaduras solares. También como agua micelar, agua termal, bodymist, tónico facial y capilar. También se puede añadir a los zumos, ya que es antioxidante y ,como veréis más adelante, no lleva ingredientes nocivos.
Como tónico facial es como lo que lo estoy usando más a menudo, aunque no me he podido resistir a probarlo para aromaterapia como bruma de almohada. Y en momentos puntuales como agua termal.
Por tanto, aplicar varias dosis sobre un disco de algodón e ir pasándolo sobre el rostro o bien aplicar el producto a cierta distancia del rostro, cabello, cuerpo, almohada, bebida...
- ¿Qué promete? Tonificar, normalizar el ph de la piel, rejuvenecer y aromatizar.
Además, un efecto calmante y antiséptico, acelerar la curación de imperfecciones y cicatrización del acné, lo cual a una piel grasa con tendencia acneica como la mía le viene de lujo.
- ¿Lo cumple? Me he acostumbrado a aplicarlo por la noche. Por un lado en el rostro tras finalizar la limpieza facial, por otro en la habitación para pasar a través de la bruma, y por último en la almohada, ya que es super relajante el aroma que tiene.
Cuando lo uso como tónico, me despierto a la mañana siguiente con mejor aspecto en el rostro. Esto lo compruebo tras eliminar los restos que quedan con un poco de agua.
Eso sí, hay que ser constante. Reconozco que alguna noche se me olvida aplicarlo por cansancio y tampoco pasa nada porque un día frente a semanas de uso, no va a hacer que el progreso retroceda.
También hay que tener en cuenta en una piel como la mía que no todos los días hay granitos (y menos mal, porque ya sería desesperante) pero la grasa es el pan de cada día, por lo que no dejo de usarlo si un día me veo un poco mejor, ya que al día siguiente esa mejoría puede desaparecer por arte de magia. Solo quienes sufran o hayan sufrido acné lo entenderán.
- Ingredientes: os lo dejo en la imagen pero más simple la composición no podría ser más sencilla. Se trata de lavanda destilada al vapor en agua termal.
- Cantidad: 100 ml.
- Caducidad: 6 meses una vez abierto.
- Precio: 9,50 €.
- ¿Dónde comprar? En Biokris, os he dejado el enlace al principio del post.
- ¿Lo recomiendo? Sí, además de lo explicando anteriormente, remarcar que es un producto multiuso y no es necesario tener la piel problemática para usarlo. Simplemente para desestresarse al final de la jornada también es válido.
¿Qué os ha parecido este hidrolato facial?, ¿conocíais Alteya Organic?, ¿y la tienda Biokris?, ¿os animaríais a probarlo?